martes, 5 de julio de 2011

La parte interna y externa de las personas

Qué difícil es parar el mundo y coger de cada rincón del mundo y de cada persona lo mejor de ella. Porque al fin y al cabo los seres humanos no somos perfectos. Hay quién se cree que sí, pero egocéntricos también los hay. Digamos que las personas tenemos dos estructuras, una interna y otra externa. La externa es la más fácil. Tiene que ver con nuestro cuerpo, hay personas que se cuidan y otras que no, pero todos nos preocupamos un poco por nuestro cuerpo exterior. La belleza es algo que nos puede hasta volver locos, con el paso del tiempo nos volvemos más exquisitos, queremos tener un tipo más cuidado, hacer que nos vean de otra forma. Hacemos deporte para mantener la línea, controlamos la comida, los excesos, etcétera. Nos preocupamos demasiado por hacer que nos vean bien, que no lo crítico, sólo estoy haciendo una reflexión no detallada de lo que solemos hacer.
Y luego está la parte interna, esta es la complicada. Normalmente la gente no cuida su parte interna, porque pasan tanto tiempo preocupados en la externa que la interna se les olvida. La parte interna tiene un poco que ver con la forma de ser, la personalidad, la inteligencia, digamos que todo lo que una persona trabaja durante toda su vida para llegar al punto más difícil de esta, que es la felicidad. Esa excelencia oculta en algún rincón de nosotros, que buscamos constantemente pero que sólo podemos acariciar en pocos momentos de la vida. Por eso, como estamos tan preocupados por la parte externa, la parte interna se queda vacía, no hay felicidad, nos agobiamos, lloramos y no encontramos felicidad alguna, porque no nos preocupamos de trabajarnos la parte interna. Hace falta dedicarle más tiempo, aunque ese tiempo sea toda una vida. Los soñadores, solitarios, raros, bohemios, estamos tan acostumbrados a cuidar nuestra parte interna, la trabajamos tanto, que hasta nos queda tiempo para cuidar la externa, merece la pena.

miércoles, 1 de junio de 2011

LA DIMISIÓN POLÍTICA

La política es algo pasajero, efímero, como ese tren que sólo pasa una vez en la vida, y al cuál no has podido agarrarte del todo. Por eso es tan rápida la política. Si quieres permanecer en ella has de hacer las funciones muy bien. Rodearte de personas muy competentes, y sobre todo, ser amigo/a de todos/as y de ninguno/a a la vez. Es decir, sin sobre pasar los límites, pero sin dejar de estar alerta. En esa cuerda invisible que ha de mantenerse todo buen político. Pero si se descuidan, caen al precipicio, como así lo hace cualquier pirata para salvar su vida. Y si el político salta, y sobrevive, le aconsejo que nade muy lejos de ese mundo político que le ha rodeado, y si puede ser, vaya hacia alguna cabaña perdida en lo alto de alguna montaña. Como he dicho antes, la política es para sufridores que les gusta estar en la cuerda floja, pero por lo visto no es fácil. Lo malo que hay en el fondo de este árbol de la política, es que los que están a bajo son los más sufridores. Por eso lo tienen que hacer muy bien. Los que dirigen cualquier pueblo, en este caso los concejales, son la tropa. Después tenemos unos oficiales que son el alcalde o alcaldesa. Ascendiendo, tendríamos a los jefes, que serían el presidente provincial y el presidente de una comunidad autónoma. En penúltimo lugar estarían los presidentes de un país, que serían los generales. Y por último, el jefe supremo de todos, que en el ejército sería el rey, pero en política nadie lo sabe. Bueno, se dice que hay un conjunto de personas que son los que mueven los hilos, pues esos invisibles son los supremos. De entre todos, los menos beneficiados son los oficiales y sus correspondientes tropas. Los otros rangos, se mueven, van de allá para acá, situándose cada vez en un sitio, sigilosamente, pero siempre están ahí. Los soldados rasos suelen morir...políticamente. Tarde o temprano terminan su exitosa o fúnebre carrera. También puede pasarles a los generales, como le ha pasado al de la ceja. Pero no nos equivoquemos, el vitalicio está ahí, sin embargo, al alcalde/a lo único que le queda de vitalicio es que ponga en alguna plaza “esto se construyo siendo alcalde/a..............”

martes, 31 de mayo de 2011

Mi mundo

Que estupendo sería escapar de este humo negro que nos rodea. Esta maraña infernal que no nos deja respirar, y nos mata poco a poco. La vida no es para los débiles. Luchar, luchar, y si te queda algo de fuerza, seguir luchando. Por eso, últimamente no creo en los milagros. Y como estoy empezando a derribar mi mundo, ya he hecho las maletas. Mi guarida secreta ya está lista, con sus estanterías llenas de libros sobre literatura, mi caja de música, y mi flexo. Escapar de este lugar, la vida normal, la que nos agobia y nos inunda, es algo que se consigue a base de esperar y esperar. Por fin ha llegado mi momento. Ahora sólo sueño con una única cosa, entrar en ese mundo y no salir de el jamás. Porque ahí donde escapo cada vez que tengo ocasión, se vive muy bien. Cada día que pasa tengo más gana de perderme sólo, sin el bullicio de la gente….apartado.

lunes, 30 de mayo de 2011

Mi música

Me he perdido y creo que no se donde estoy. Quitando esta, mi ignorancia, que no sabe de este mundo, más que lo que siento, huelo, oigo, y puedo palpar. También puedo ver, y este mundo de imágenes me da, a menudo, dolor de cabeza. Cuántas fotos…
Ya no se valorar una de ellas. En mi caja mágica, he guardado una que sin duda es a la que más cariño le tengo. Una de esas que no se olvidan. Ni tan si quiera la saco para verla, no la quiero desgastar. Porque las fotos también se desgastan con el tiempo. Con tanta tecnología, y tanto sin sentido, las fotos han perdido todo su valor. Toda la fuerza que pueden transmitir. No hay ni magia, ni nada que pueda hacerme sentir libre. Sin embargo, esta foto es lo único que me queda. Me da alas, y me deja como un ave solitaria, que vuela sobre un mar de dudas y de preguntas. ¿Cuántos sentidos me van a quedar para sentir de verdad? Primero las imágenes con las máquinas tontas; también nos contaminan con lo que tenemos o no tenemos que comer, ahora todo es malo; ya ni el tacto siento al tocar las teclas que ahora palpo; y oler solo huelo a hierva mojada, y aquí llover, llueve poco. No me queda nada, sólo una foto. Hoy la he sacado. La he puesto delante de mí, y ha perdido sentido y valor. Ya nada es lo que era antes. Como dijo Miguel Hernández, el tiempo se ha puesto amarillo en mi foto…
Por eso, he intentado recuperar el único sentido que podía. He intentado estar muy concentrado. He cogido la foto y la he puesto delante de mí, apoyada en los libros. Después he subido un poco el volumen, y ha comenzado el espectáculo. Siento como puedes sentirlo, y no dejar de ser la única compañera que me queda en este mundo. La que atraviesa todas las barreras, y despierta todo rincón, todo manantial de tristeza. La que me ayuda a ser más libre, la que comprende, y hasta en los momentos más difíciles, es la compañera de alguien. La que ha dado vida a mi foto, esa que tenia por perdida. Y es que el tiempo sólo pasa para los que no saben soñar, y cuando lo hago contigo, me siento feliz.

sábado, 28 de mayo de 2011

Comparan al del bigote con...

A veces pienso, que lo hacen para llamar la atención. Pero otras, creo que lo hacen por ignorancia. Como todos los días, leo la prensa por Internet. Y como todas las mañanas, el periódico que leo es público. Para mi asombro, venía una declaración de un ex presidente del Real Madrid, Ramón Calderón. Yo no se si es ignorante o no, pero comparar a Mourinho con Hitler es de ser un “Omo Sappiens” arrogante y sin cordura alguna. Según este, “Mourinho se pega con todos y se atreve a decir todo lo que los demás no, pero eso no es el Real Madrid. Hay que recordar que Hitler fue aclamado por muchas personas, pero el golpe después es peor”

Años atrás, hemos visto como el ex presidente Colombiano Uribe, también comparaba a Chávez con Hitler. Diciendo que “era una amenaza para los países latinoamericanos tal y como lo fue en su momento el dictador Adolfo Hitler para Europa”.

También hemos visto como el Movimiento de los jóvenes Socialistas (MJS) en Francia, manipulaban fotos para comparar a Nicolás Sarkozy con Adolf Hitler.

Pues bien, para empezar ni Ramón Calderón que nació en 1951, ni Uribe que nació en 1952, ni los jóvenes socialistas, conocieron al suicida con bigote. Por lo tanto, no se puede comparar algo que no se conoce. Puedes haber leído sobre ello, documentarte sobre su vida y sus motivaciones, pero no puedes comparar algo que no ves, tocas, o puedes palpar. Y fíjense lo que digo.

Después, me parece una falta de respeto, que gente como Calderón haga estas declaraciones. No es ex presidente, pues como diría Chiquito de la Calzada, hasta luego Lucas. Las comparaciones son odiosas. Hay que tener mucho cuidado cuando se compara una persona con otra.

No estoy en contra de esta gente que dice lo que piensa. Estoy en contra de cómo lo dice, cuando lo dice, y porqué lo dice. Y tampoco entiendo, porque han de comparar al del bigote con otras personas… y es que hablar cuesta tan poco, que a veces nos olvidamos de utilizar los argumentos precisos, y acabamos por comparar, como siempre se ha hecho, a Bin Laden con el Ché Guevara.

jueves, 26 de mayo de 2011

Las palabras, twitter y facebook

Me encanta el calor del verano, las playas desiertas, y la arena limpia…dulce. Pero hay días de calor en los que me gustaría desaparecer. Tele-transportarme a la película “bailando bajo la lluvia” y empaparme hasta los tobillos. Bailar, saltar, reír y cantar como un pájaro que busca la tranquilidad y la calma. Para eso aún queda mucho, y este no es el tema.
Como me irritan los comentarios vía Facebook y twitter. Sobre todo, los que se pasan de la línea que separa, la cordura de la demencia. El caso es opinar y escribir argumentos sin sentido que, a la postre, no contienen fundamento ninguno. Después de unas semanas tan intensas, de elecciones, quince-emes, y programas que se esfuman de las pantallas, las nuevas tecnologías nos hacen guiños para que, con todo el lujo que ello conlleva, las utilicemos y soltemos en ellas toda una batería de tonterías y estupideces.
A las que yo (el que siempre está loco) me incluyo. Pero este loco, escribe con cuidado. Intentando siempre utilizar palabras que no puedan dañar. Con todo el respeto que estas tecnologías (personas) se merecen. Cada persona puede escribir como quiera, eso es cierto, pero vamos a intentarlo. Tenemos que conseguir que esto no nos perjudique. Porque al final estaremos tirando por la borda, nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra manera de ser, y hasta nuestra manera de pensar…
Hay comentarios, en los que no se si las personas que los escriben piensan de una forma o de otra. Pero no es por otra cosa…es porque escriben con desgana. Y repito, cada cual puede escribir como quiera. Pero si estás argumentando sobre un tema en concreto, o quieres criticar algunas acciones, artículos, o comentarios, tendrás que escribir bien. Es que no os van a leer si lo hacéis mal. Si yo escribo un comentario criticando, por ejemplo, la acción de algún político, y el verbo hacer lo escribo sin h, mi credibilidad se pierde. Pongamos por caso, que fuera un error. No pasa nada. Pero si todos los comentarios tienen algún error… como dirían en mi pueblo, apaga y vámonos. Es algo fundamental. Es como si las ideas estuvieran dentro de un saco con agujeros. Las palabras son fundamentales, y hay que aprender a utilizarlas. Yo aún estoy en ello…

martes, 24 de mayo de 2011

Volar libre

Como me gustan las críticas. Viciosas y exasperantes, como un bullicio de personas que quieren cambiar el mundo. Es decir, que la noche sea el día, que la tarde sea el amanecer, y que la madrugada no sea nada. Un cambio radical, de esos que no duelen pero hieren, como una punzada en el costado. Me encantan los cambios con sentido. También los sin sentidos, pero en esos me mareo. Los que no tenemos voz, sólo podemos hacer lo que hacemos, escribir en blogs, leer blogs, Internet, algún libro sobre economía o política, aunque estos sean los que menos, y después charlar con los amigos. No se si a los hombres barbudos, les interesará lo que pensemos o no. Lo que está claro es que el mundo, con el paso de los años se transforma, adquiere formas nuevas, se moldea, algunos países quiebran, otros siempre están quebrados, otros se amotinan, algunos van en zapatillas, y otros descalzos. El caso es vivir. Como cada uno quiera, pero vivir. Hay quien lo hace mejor, y otros peor. Yo estoy pensando en vivir como el profesor Ramón. Quién pudiera ser gaviota y volar como un libre-pensador, siempre a contracorriente y sin rumbo fijo. Pero en esta vida es difícil escapar de esto que nos rodea, nos ponen nerviosos, y nos meten miedo. Es duro vivir para sobrevivir, porque el mundo te mata si no tienes chaleco antibalas. A pesar de todo, he encontrado una guarida secreta. Mi rincón sagrado. Pienso llevarme a mi compañero Flexo, y algún libro de estos que no les gusta a nadie, pero que a mi me encantan. Y después, ya veremos lo que pasa. A fin de cuentas, si me quedo aquí sentado, viendo como cambia el mundo, en vez de vivir…muero.

lunes, 23 de mayo de 2011

LA DEMOCRACIA

Sería estúpido, por mi parte, decir algo malo de la democracia. Los que lucharon en su día por ella, lo hicieron porque era necesario. Y yo sigo pensando lo mismo.

En un mundo donde la pobreza aún tiene su hueco, la desigualdad social está a la orden del día, y el fanatismo sigue pintando paredes, la democracia es lo único que nos queda. No la estropeemos. Es decir, cuidémosla e intentemos aprovecharnos de ella para que todos podamos convivir mucho mejor. El problema que ocurre es que no la cuidamos, nos aprovechamos de ella para nuestros intereses personales, y por ello, no convivimos en armonía.

La política, siendo una actividad humana que tiende a gobernar, y a dirigir la acción del Estado en beneficio de la sociedad, es una herramienta que asegura ser democrática, pero que parece que aún esté en una transición larga y duradera. La culpa no la tiene la política, ni la democracia, la culpa es de las personas. Todos, en la parte que nos toca, somos igual de responsables de que la democracia en la que vivimos, no sea igual de pura que el agua de lluvia.

Por eso, nunca tendremos una Poliarquía de la que podamos disfrutar. Entre otras muchas cosas, porque existe un error que está presente hoy en día. Ese error es la falta de diálogo. La palabra es la democracia más real que pueda haber. Un buen político, será aquel que sepa escuchar a todos y cada unos de los habitantes de este mundo. A fin de cuentas, todos somos parte de un todo que navega en el mismo barco, y hacia el mismo rumbo, la libertad y la democracia.

Aquel político que crea que tiene el monopolio de la verdad, y que no sepa escuchar, no será un buen político, y por lo tanto, estará resquebrajando los fundamentos esenciales de la democracia.

Es fundamental, que la democracia sea un todo general, que halla una libertad de expresión, de asociación, derecho a información, a tener elecciones, a tener instituciones que controlen las políticas gubernamentales, siempre desde el respeto y la humildad.

Todos debemos contribuir a tener una democracia pura, y sólo lo conseguiremos perdiendo el tiempo en solucionar primero, los pequeños detalles.

viernes, 20 de mayo de 2011

Reflexiones antes del 22M Parte III

Si miro fijamente la pantalla, creo que me quedaré dormido. Nunca antes pensé en la enorme luz y sabiduría que puede transmitir un flexo. Es mi compañero de partida y de salida. Con el que quiero terminar mi camino. Si algún día voy a ese sitio que me encantaría ir, me lo llevaré conmigo. Pero este no es el tema de mi entrada, que también podría serlo. Pero lo dejo para otro momento. El tema de mi entrada es la política, y de esto se está hablando mucho esta semana. Ya queda menos. Siendo alguien que no entiende mucho de política, me considero un experto cuando estoy entre gentes de gentes. A veces, cuando estoy en la clase con mis compañeros, si hablamos de política puedo ser un amateur. Pero vuelvo a repetir, que a veces me siento un experto sin serlo. Porque hay personas que saben poco o nada. Es un tema delicado. ¿Es la política otro tema tabú entre la población? Me resulta raro ver, como hay muchas personas, y cuando digo muchas no me refiero a cincuenta, que no saben nada de política. Pero ni si quiera se les explica en los colegios, en las universidades, etcétera. Claro, el problema es, si no saben que es, como se desarrolla, que funciones tiene, en que medida les repercute o no, etcétera. ¿Cómo puede uno valorar la política? Lo negativo de todo esto es que de unos años hasta hoy, se están llevando una serie de prácticas en colegios, universidades, etcétera, para sesgar información y, en definitiva, educación. Las asignaturas que más pueden nutrir a un estudiante de conocimientos desaparecen, en los colegios e institutos no enseñan nada de política, quieren quitar la filosofía (el amor a la sabiduría), etcétera. Si sesgan nuestro conocimiento estamos limitados. Por eso no me disgustan las manifestaciones. Creo que esta bien, para darle un pellizco en el culo a los que van a seguir mandando. Aunque, los ciudadanos tienen que tener en cuenta, que los políticos son sólo eslabones de una cadena muy grande. Cuando vamos a depositar nuestro voto, elegimos a un eslabón. Los que mandan son otros, mucho más listos, y más escurridizos…

martes, 17 de mayo de 2011

Reflexiones antes del 22M Parte II

El otro día terminé con el egoísmo, pero no voy a seguir hincando el diente en tan difícil tema. Ayer mate a una rata, y no me siento nada bien. Será porque sigo siendo pequeño y tengo miedo de que me pisoteen. Los grandes siempre juegan con la altura, para ejercer su poder sobre los demás. En la política pasa lo mismo, al igual que en nuestra democracia. Bueno, si la podemos llamar democracia. Haber cuantos vamos a votar el 22 de mayo... Recuero que para los ciudadanos, la clase política es lo que más preocupa. Si hay mucha participación será algo maravilloso, sin embargo, si la participación es como una cuerda a punto de romperse, pero que nunca se rompe, entonces tenemos un problema. La noticia es que se están produciendo manifestaciones por todo el país. Congregaciones de personas disgustadas con nuestra democracia. Con la mía, la del político, la del banquero, la del carnicero, la de todos y todas. Y es que no se están haciendo los deberes bien. Yo no soy político, pero sí que soy capaz de convertir muchas caras tristes, en grandes sonrisas. Lo hago todos los días. En el tren, en mi casa, en los estudios, en el gimnasio, en la cafetería, haciendo deporte, etcétera. Si yo soy capaz de hacerlo, ¿porqué a los políticos les cuesta tanto sacarnos una sonrisa? No una sonrisa a medias. De esas que se funden en el camino y terminan en arco. Una sonrisa verdadera, risueña, sincera y pura. Alegría y felicidad. A los políticos les cuesta mucho, y últimamente aún más. Tanto, que hasta las tristezas se han convertido en miedo. Los cascos ya están haciendo de las suyas. Democracia si si si mucha democracia, pero zas zas zas en toda la boca. Así no puede ir el mundo muy bien. Hay que gritar y hay que luchar. Debemos y tenemos el derecho de exigir lo que pensamos a estos políticos que van a gobernarnos el próximo 22 de mayo. Es su responsabilidad y su deber. Nosotros los elegimos y han de hacerlo bien. Los ayuntamientos, las diputaciones, los parlamentos, no son casas para pasear los trajes. Son instituciones que han de servir al pueblo. No más agujeros negros, no más endeudamientos, no más corruptos, no más despilfarros, no más teatro y parafernalias. Lo que queremos todos y todas, que os quede bien claro, es que nos hagáis la vida un poco más cómoda, como la que vosotros tenéis. Un sueldo digno, un puesto de trabajo sin explotaciones, una educación de progreso, en definitiva, una sonrisa. Y que cuando tengamos que decidir qué es lo que más nos preocupa de nuestro país, respondamos…Hace tiempo que no estoy triste.

domingo, 15 de mayo de 2011

Reflexiones antes del 22M Parte I

Hay que tener amigos hasta en el infierno. Y es que con esto de las elecciones parece que todos somos amigos, enemigos, conocidos… No se ya ni que relación tenemos. Lo que sí se es que somos personas. Si si si, pero no lo digo como si estuvieran en un mitin. Porque claro, en un mitin la palabra “personas” aparece mucho. Tanto, que ya no se si se refiere a todas las personas, a los que están escuchando, o a quién se yo. Por eso, después de oír a los presidentes Aznar y Felipe González en la televisión, me doy cuenta de qué son las personas. Los dos han coincidido en una cosa fundamental, y es en que los políticos y los partidos en concreto han de saber que trabajan para todos y todas las personas. Cuando han dicho eso, he pensado “JODER Y QUÉ ESTÁ PASANDO”. Vamos a intentar llevarnos un poquito mejor todos. Porque al fin y al cabo nadie somos de los buenos, ni nadie de los malos. Todos somos de malos y buenos. Claro que los malos son muy listos y son los que nos hacen decir cosas que no queremos, y hasta romper el diamante que no podemos. Claro, esto es una utopía. Pero si todos nos pusiéramos las botas, nos subiéramos al sendero de la humildad, y anduviéramos en la misma dirección, nada de lo que ocurre hoy en día, pues…pasaría.
Claro y así funciona. Porque al final tienes que ir a votar a alguien. No te queda otra. Y en todos los sitios hay ovejas negras como el luto. ¿Votarle al rebaño donde menos ovejas negras hayan? Pues es una reflexión. Pero es que esa no es la cuestión. ¿Y cual es el rebaño que menos ovejas negras tiene? Esto es un jaleo.
A fin de cuentas, uno tiene amigos en todos los lados. Ahora mismo si me pongo analizar tendría que depositar mi voto en todos los partidos. Pero sólo tengo un voto. Ese que me hace dudar hasta el domingo que viene. Yo soy de los que sueñan con un mundo libre y una sola bandera. Pero eso es imposible. Sin fronteras, sin guerras ni armas. Donde todos los partidos, y todos lo pueblos sean hermanos. Pero bueno, aún así alguien tendría que ser el líder. Porque existe algo que hace que esto funcione así. Su nombre es egoísmo.

jueves, 21 de abril de 2011

Pin pan....

¿Qué pasó ayer por la noche? De repente, sin saber muy bien porqué, salí a la calle y no había nadie. Eran las 21:30 horas. Me dirigí a un bar que hace esquina, y entonces comprendí qué estaba pasando. Se celebraba uno de los eventos deportivos más importantes, desde que se creó esta competición de copa en 1902. Este campeonato se ha modificado a lo largo de los años en función del Jefe de Estado español, que es quien otorga el trofeo. Así, en la dictadura de Franco la copa se llamaba, Copa de S. E. El Generalísimo, etcétera. En un estado donde todo es de idas y venidas. Donde la religión ya no es la que mueve montañas, sino que es el fútbol el que prima. Me llama la atención una serie de cuestiones. El debate entre república y monarquía, ha sido tabú, y tema en el que discrepan muchos sectores de la sociedad. Pero claro, cuando el fútbol se mete por en medio no hay debate que valga. Seguramente, ayer por la noche, en ese estadio repleto de aficionados teníamos de todo: aficionados del Madrid que quieren una república, que odian al rey o que simplemente no saben lo que es rey o república; aficionados del Barcelona que quieren una república, que odian al rey, que quieren ser independientes pero celebran la copa del Rey, o no saben lo que es rey, república o ser independiente. En fin, de una forma o de otra el fútbol definitivamente sigue uniendo. Da igual que estemos en una crisis profunda, que la copa la pise el autobús, o que piqué diga lo que dijo, si lo dijo, y que en el fondo sea español. Lo importante es que el fútbol siga uniendo. Si en Trípoli están en guerra, no pasa nada, apartemos los tanques y las pistolas que juegan el Barcelona y el Madrid. Que paren el mundo que yo me bajo. El fútbol sigue uniendo. Entonces porqué no ponemos de presidente del gobierno a Cristiano Ronaldo, a Messi de ministro del interior, y a Guardiola y Mourinho para sanearnos las cuentas. Puede que con estos cuatro se arregle algo. Visto lo visto ellos si que saben unir, ponernos eufóricos a todos, y mover muchos millones. Lo que los políticos separan que lo unan estos cabroncetes. Y ya de paso nos saltamos el protocolo, instauramos una república y les besamos el culo a nuestros reyes Rossel y Florentino... Punnn

viernes, 15 de abril de 2011

LOS POLÍTICOS Y SU POLÍTICA

Así están los tiempos. Esos que marcan cada segundo de nuestras vidas. Hay muchos tipos de políticos. Los de capa caída, los de ala ancha, políticos frustrados, políticos que medran y otros que trepan. La política es para sinvergüenzas, dicen algunos. Yo creo que ese juego de tableros debería de ser para listos. Y digo inteligentes no en el sentido que algunos estáis pensando. Sólo aquel que conozca las bases de lo justo y de lo honesto debería ser político. Aquel que haya estudiado las leyes de la felicidad, del bien común y de la tolerancia, sólo ese podrá ser político. Las personas que no conozcan estas asignaturas no podrán llegar a ocupar un cargo de tan alto voltaje.
¿Quién, y cómo hacemos el examen? Muy sencillo. Ponemos tres urnas diferentes. En una de estas colocamos un bastón de oro macizo. En otra ponemos un saco lleno de billetes de 500 euros. Y, por último, colocamos en la urna que falta, sobres con cartas. En esas cartas estarán todas las peticiones, consejos e inquietudes que cada población tenga con respecto al sitio donde vive. El aspirante a político elegirá una de las tres urnas. Ser un rey que no conozca nada de su pueblo, tener dinero para gastar en cosas que no sabe si son buenas para su ciudad, o preocuparse por saber que cosas hacen falta para que un pueblo, ciudad, comunidad autónoma o país, camine por el sendero de la felicidad. El problema de muchos aspirantes a políticos y de trepas-políticos es que no escuchan, no se paran a observar las inquietudes de las personas. Si un año, dos, tres o incluso cuatro, no se ha podido hacer nada porque las circunstancias de una situación inestable, no nos ha dejado, no haremos nada. Cuando digo nada, me refiero a gastar dinero. Si un año, dos, tres o incluso cuatro tenemos dinero para gastar, escucharemos las inquietudes de las personas y gastaremos en función de esas necesidades. Todo lo que se haga será sin pedir las gracias a cambio. Porque a los políticos no se le dan las gracias. Es su responsabilidad, hacer con dinero de todos lo mejor para alcanzar una felicidad común. Si la farola que hay enfrente de mi casa, se rompe, y al día siguiente la arreglan. Nunca iré a dar las gracias a ningún político, porque esa es su responsabilidad. Sólo daré las gracias si hacen cosas que no sean bajo el cargo que desempeñan.
Los que contribuimos a este juego de reyes y peones, sólo queremos que se reine con la vara de la libertad y de la democracia. Esto último me ha salido un poco braveheart. No hay que olvidar que ese saco, de donde se hacen todas las gestiones, es de todos. Los votantes y ciudadanos, depositamos nuestra confianza en un grupo de gente, para que nos dirijan. Para que intenten subsanar nuestras tristezas y dificultades.
El problema somos nosotros. Algunos diréis que estoy loco. Pero no nos engañemos. Hemos construido a algo que hay que derribar. Tenemos que demostrar a aquellos que nos dirigen, a esos frescos e insolentes, que queremos que nos gobiernen con un vaso de madera. Y que pedimos que esté lleno, no de vino ni de agua, sino de sinceridad, de felicidad, de bien común, de apasionados por la vida y por la política, de esos ya quedan pocos…
Así podríamos soñar y ser libres. Todos seríamos hermanos, aunque yo se que lo somos. Conozco nuestra historia. Todos venimos del mismo sitio y vamos al mismo sitio. Soñaríamos con un mundo libre y una bandera enorme y común. Donde las armas fueran cañones de felicidad que dispararan caramelos. Aquel que más tuviera seguro que tendería la mano al necesitado. Caminaríamos en la misma dirección. La felicidad sería nuestra meta. Enterraríamos la envidia, las confrontaciones, romperíamos la esclavitud y la miseria, terminaríamos con el hambre y la pobreza, echaríamos un pulso con el diablo y lo ganaríamos. Todos seríamos todo. Y querer tener un mundo de igualdades, donde las desigualdades son el rompecabezas de una sociedad pasiva, que prepara y alimenta su final desenfrenado, que sólo camina hacia el desastre y la perdición.

miércoles, 13 de abril de 2011

Amores que van y vienen

Querida amiga mía. Son tantos los momentos que hemos pasado juntos, y en tan poco tiempo, que aún huelo tu perfume entre mis carnes. Sería un mentiroso si no te confesara que aún pienso en ti cada mes, cada semana, por el día, por la noche, minuto a minuto, segundo a segundo. Mi verdad sólo la puedo expresar con palabras. Ante el miedo a que se vuelen, las escribo para que perduren eternamente.

Siempre he querido que supieras de este amor, que por falta de valentía no he podido transmitirte. Hay momentos en la vida que es mejor perder. No me gustan los empates. Es tan corto lo que nos toca vivir que ahora es demasiado tarde. Te hubiera dicho que te quiero, que te amo, que eras lo mejor que he conocido en mi vida. He sido tonto al no saber decírtelo.

Las últimas palabras que me dijiste fueron tristes, apagadas, llanas… Me esperaba algo más en aquella despedida. Un abrazo fuerte y cariñoso hubiera sido suficiente, para calmar mis ansias de tocarte, besarte y amordazarte. Ahora intento hasta evitar novelas de amor, que puedan afectarme a causa de esta locura permanente, que me atormenta.

He perdido una guerra y mil batallas a causa de mi ignorancia y de mi inmadurez. Mis castillos de arena se han hundido. El reloj que late dentro de mi cuerpo ha perdido la noción del tiempo. Ya no como, ni duermo, ni vivo…

Quiero lo mejor para ti. Por eso rezo todas las noches porque estés bien. Le pido a Dios que guíe tu camino, para que no tropieces con las piedras equivocadas. Siempre serás parte de mi motor y de mi vida. El amor es un sentimiento tozudo, que acostumbra a ser libre y despierto, pues cada cual elige echar su rumbo, y zarpar en él con un barco perfecto. Nunca me he rendido. Aún naufragando entre las olas, soy un superviviente testarudo. Se que esta es otra cruzada perdida. Pero mis palabras son puras, por eso quiero que se eternicen.

Saber que este mensaje sólo caerá en sacos rotos me enerve completamente. Convertirse en polvo para que después alguien, con el poder de un soplido, me haga volar, me rompe el alma a trozos pequeños. Por eso, aprovecho esta ocasión para mostrarte la huella que hierve en mis adentros. Esa que has creado con tanto mimo y tanta alegría. El sol que me guía en este desierto de atascos y tempestades. La estela que ha hecho que cavile cada mes, cada semana, por el día, por la noche, minuto a minuto, segundo a segundo.

martes, 12 de abril de 2011

No me gustan los empates

Qué fácil es ser del ganador. Estar en el lado de los que siempre ganan ¿Es ventajista? Pensemos por un momento en tres animales: el equipo de las langostas, el equipo de las serpientes y el equipo de los escarabajos. Los tres intentan rivalizar acerca de un territorio, de un dinero encontrado en un baúl, o de cualquier cosa que se os ocurra, incluso para el deporte también vale. Supongamos que el fuerte es el equipo de las serpientes. Estas están apoyadas por la mayoría del reino animal, porque son las fuertes. Las langostas y los escarabajos no suman ni el 35% de seguidores del reino animal. La mayoría de animales que apoyan a las serpientes juegan con ventaja. Y lo hacen con dos razones. La primera por que saben que tiene más posibilidades de ganar. Las serpientes son enérgicas y potentes. Y la segunda, por que los que siempre pierden, los débiles, se conforman también con el empate. ¿Cómo queremos ganar un territorio, un baúl de oro, si nos conformamos con el empate? Si así quedara la cosa, en poco tiempo, se lo apoderarían las serpientes. Porque son más fuertes y el empate sería su primera batalla ganada. Después arrasarían con todo. Los empates son para los débiles. Para aquellos que no creen en sus posibilidades. La famosa frase “prefiero morir de pie que vivir siempre arrodillado”, no es ni más ni menos que decir no al empate. Si quieres algo tienes que luchar por ello, sudar, correr, atropellarte, caer, levantarte, seguir luchando, mirar a todos los lados, buscar soluciones, manifestarte, seguir subiendo, caer de una patada, levantarte, subir la cuesta con cien kilos de orgullo, caer otra vez, abrazarte a la esperanza y recorrer los cien metros lisos del sí puedo conseguirlo… Si al final de este tubo oscuro no consigues ganar y pierdes, entonces y sólo entonces, habrás conseguido un empate justo y glorioso. Ese que sabe a victoria. Porque el mejor empate, es ese que toco la victoria con la punta de los dedos pero no pudo ser. Esa victoria utópica que nos hace, y cada vez más, estar al lado de los que no nos conviene. Seguir al lado del que nos manipula. Acompañar al….al….al….al…. ganador.

Prefiero seguir perdiendo

lunes, 11 de abril de 2011

Qué difícil es vivir

Qué difícil es vivir. ¿Por qué no podemos conducir nuestras vidas sin que nadie nos diga que, como y donde tenemos embarcar nuestro camino? No seamos necios. No podemos. Ese poder está fuera de nuestro alcance. Porque las personas no tenemos capacidad de decisión propia. Siempre miramos o escuchamos lo que hacen los demás. Y otros nos miran a nosotros. Entre todos construimos el mundo que tenemos. También lo destruimos. Las decisiones que tomamos “nosotros mismos” no son más que medidas que otros ya han tomado. ¿Nos copiamos? Inconscientemente nos copiamos. Aunque nosotros creamos que decidimos por nosotros mismos. Hacemos lo que otros ya han hecho. No creamos ni inventamos. ¿Está todo inventado? Es lo que nos quieren hacer creer ¿Quién? No lo sé, pero seguro que nos lo quieren hacer creer. Porque inventar significa cambiar, y esta última palabra da más miedo. El cambio es algo que nos asusta, nos aterroriza. Por eso vivimos (si podemos vivir) en esto que no queremos cambiar que se llama sociedad. A mí me encanta todo esto, me vuelve loco. Pero podría estar mejor. Ser el éxtasis total. Quiero decidir por mí mismo. No puede ser que estemos descontentos con algo y no lo arreglemos. Estaría mal decirlo y sonaría muy guerrillero pero “hay que luchar”. Y esto no es un cumplido. Si yo tengo la puerta de mi casa rota, intentaré arreglarla, porque si no le doy arreglo no podré pasar. El paro que hemos creado nosotros, la crisis que hemos creado nosotros y la clase políticas que hemos creado nosotros, tenemos que arreglarla. Porque es nuestra. Nosotros hemos contribuido a que eso se genere. Y ahora nos toca luchar para arreglarla. Sé que son acusaciones muy fuertes y que algunos no sacarían esto en un periódico. Pero me da igual. Somos necios o que. Las personas tenemos la culpa de todo. Porque todos somos todo. Lo fácil es echar la culpa a otros. Quitarme el marrón de encima. ¿Cuánta ropa has comprado a marcas que utilizan mano de obra infantil y los explotan? ¿En cuántas empresas contribuyes para que tu dinero se destine a armamento? ¿Dónde tienes tu dinero? ¿En un banco? ¿En qué utilizan tu dinero los bancos? Porque tu dinero se utiliza. ¿No lo sabías? Ups lo siento ¿De dónde y de quién es la tierra que pisas? ¿Cuántos han muerto en tu calle reconquista tras reconquista? ¿A quién votamos? ¿Son personas o empresas? ¿Son partidos políticos o políticos partidos? ¿Cuántos tienen que morir para que nosotros cubramos toda nuestra vida de lujos? Porque el agua es un lujo, la ropa es un lujo, la comida es un lujo ¿Y por qué? Porque yo lo tengo y otros no lo tienen ¿Y por qué otros no lo tienen? Porque la avaricia es algo que patentó el ser humano ¿y qué es la avaricia? Tener más y más y más y más aunque no tengamos vida para disfrutar de todo. ¿Y la felicidad? Eso es algo que hay que comprender, estudiar, aprender y difundir. La felicidad es el bien más preciado que hay, que todo ser humano busca. El paro, la crisis y la clase política no es una preocupación. Lo que le preocupa a las personas es su felicidad. Qué difícil es vivir.

jueves, 7 de abril de 2011

¿Diferentes?

Las palabras para diferenciar a las personas no me gustan. A mi me da igual blanco o negro, rico o pobre… Si al final tiene buen corazón, eso es lo que le diferenciará de los demás. Somos tanto y tan poco, que a veces nos creemos más de lo que en realidad ofrecemos al mundo. Recapacitemos, pensemos mejor (algunos no les gusta pensar). Todos tenemos buen corazón, obramos responsablemente y ayudamos al prójimo si lo necesita. Si esto fuera así, que no lo es, no utilizaríamos palabras para diferenciar a las personas. Hay buenas, malas, las que no tienen corazón y las que lo tienen colgado de un hilo a punto de caer al pozo. Aún así, no me gustan las diferencias. Todos somos iguales. Por lo visto, algún estúpido se inventó la palabra y haciendo uso de una intervención populista dijo: “Nosotros somos diferentes”. Tu serás lo que quieras, pero diferente no. Y así, dando saltos de gigante, hemos llegado a un punto donde los ladrones son malos, los banqueros son buenos (ya no se sabe bien que es malo ni es bueno), en fin, aquí cada uno arrima la lata a su sardina. Diferencias ninguna, repito, todos somos iguales. ¿Diferencia? Los que tienen un corazón sano y los que lo tienen envenenado. ¿Cómo se consigue tener un corazón sano? Salir a correr todos los días una hora sin tocar el suelo con los pies.

Miro los titulares y aún veo personas que siguen diferenciando. Hay algunos memos que no se enteran. Como vamos a confiar en vosotros. Las clases me las paso yo por las cebollas. Seréis lerdos y cretinos. Que unos eurodiputados no quieran viajar en clase turística para ahorrar costes. Dicen, nosotros viajamos en primera clase. ¿Vosotros creéis que Gandhi, Martin Luther king y otros grandes de la historia viajaban cuando querían en primera clase?

No lo hacían porque eran diferentes…

miércoles, 6 de abril de 2011

Las respuestas más sinceras que las preguntas

Que voy a contar yo, siendo un novato. Me queda tanto por aprender… Lo que más me gusta cuando trato con las personas, hablo, me río, o incluso lloro, es de lo que puedo aprender de ellas. Si escucho es para aprender. Para nutrirme de todos los conocimientos que puedan aportarme. Si entablo una conversación con algún amigo, y me deja hacerle alguna pregunta, el me contestará (siendo mi amigo) de la forma más sincera que pueda o quiera. Pero en sus ojos veré como me ha contestado. Conociéndolo de toda la vida sabré si está mintiendo o no. Porque a los amigos se les pillan cuando mienten. No obstante, si escucho a una persona que no conozco, pero se que me va a transmitir toda su sabiduría, necesito hacerle preguntas. Al escuchar a este tipo de personas, la cabeza te da vueltas y más vueltas, porque pasarías días enteros hablando con el. Lo malo es que solo puedes escucharlo, y quizás te dejen hacerle una única pregunta.

De ahí que me encanta que se mojen en el asunto. Que vayan al grano de la cuestión y le saquen el máximo jugo. Si la pregunta es, por ejemplo: ¿Qué es una manzana?, yo trataría de ser realista. No respondería que se trata de una fruta pomácea comestible obtenida del manzano doméstico u otros manzanos. Sería más sincero e iría más allá. Explicaría a todos la textura de la manzana, y que siento al degustar una de estas. Cómo Eva (en tiempos del antiguo testamento) comió una manzana prohibida. Que eso es un símbolo que representa el bien y el mal (a modo de resumen). Que Blancanieves se come una manzana envenenada, tras haber sido engañada por una bruja. Que una manzana puede ser algo más que una fruta. Es todo y cuanto nos guste imaginar que sería una manzana para nosotros. Eso sería mi respuesta, sincera, abierta y honesta.

Aunque puedo ser como otros y decir: una manzana es una fruta pomácea comestible…

martes, 5 de abril de 2011

Más letras de la trastienda...

No hay cielo sin estrellas en el mundo
No hay rincones sin vagabundos
No hay pistoleros sin sus metralletas
No hay palabras sin una meta

No hay conclusión sin argumento
No hay finales sin un fundamento
No hay amores sin inútiles peleas
No hay relaciones si no lo deseas

Hay mercancías que nunca llegan
Hay falsedades que a veces se niegan
Hay verdades que parecen templos
Hay mentiras que no son ejemplos

Hay virtudes que no se valoran
Hay defectos que no se controlan
Hay domingos que pienso en ti
Hay semanas que no duermo por ti

No hay tristeza sin un poco de alegría
No hay riqueza sin tener roñosería
No hay bosques sin plantas marchitas
No hay primaveras que no sean bonitas

Hay momentos dulces en la vida
Hay sueños que nunca podré olvidar
Contigo en mi mente solo anida
La esperanza de estar por estar

lunes, 4 de abril de 2011

Algo de la trastienda...

Quitando la dulce noche de verano
Que más se le puede pedir a la locura
No dejo nada oculto, ni pongo la mano
Estoy listo para escuchar la tortura

Arde la felicidad y mi especial saber
Que el momento que ríe al alba
No es más que un espejismo perdido
Como un velero a un naufrago que salva

Tal es la hazaña vista por el héroe
Que aquí todos son Don Quijotes
El mundo es una pequeña bola tenue
Y susurra por la noche con su escote

El paraíso es visto desde la mente
Como un espacio iluminado por el hombre
Ninguna fruta es más podrida…
Pues nada es como la manzana de un pobre

El rey midas es ahora una gran sociedad
Que brota frente a la gran muchedumbre
Ríe, gran soñador, perverso y sin piedad
Que pronto no representaras al hombre…

viernes, 1 de abril de 2011

Un hechizo que me engatusa

Suaves son tus dedos al rozar
Delicadeza profunda
Como si de un cuerpo se tratase
Me llena e inunda en el fondo
Celestial y resonante
Como un mar embelesado
Calma y escucha
¿No lo oyes?
Fragancia de noche y luna de miel
Sonrisas y magia pura
Un hechizo que me engatusa
Como a un gatuno la oscuridad
Es encanto de los cielos
Celos tengo de tu belleza
La perfección en una melodía
Me has enamorado
Tu ternura se ha apoderado de mí
No puedo parar, déjame
Moriré si no te alejas
Ámame
Sombras de un encanto inigualable
Me siento relajado
Es estupendo escucharte y amordazarte
Me siento feliz


CINEMA PARADISO

jueves, 31 de marzo de 2011

Luego paso por el botellón...

No me considero alguien que viene de otro mundo. Soy de los que piensan que luchar ya es suficiente. Ya sea por un ideal o por una barra de pan. A lo largo de la historia, esa que no sabemos muy bien donde empezó y acabó, han surgido miles de batallas. Los humanos, seres que nacieron de la nada y nada son, han combatido entre sí. Se han matado los unos a los otros. Y todo esto porque es difícil vivir. Esa palabra que a todos nos da miedo pronunciar cuando vamos en ascensión. Vivir acarrea múltiples consecuencias. Vivir es luchar por vivir. Más miedo aún nos da la palabra miedo. O más aún la palabra morir. Y se preguntarán porqué digo todo esto… El otro día, dio la casualidad que mis oídos captaron lo que un joven decía. Entre risas, con los amigos, les comentaba:

- Ojala estallara todo y se produjera otra guerra civil

En ese momento me dieron ganas de levantarme, ir hacia el y decirle:

- De acuerdo, luego paso por el botellón y nos vamos al frente…

Memos, insensatos, soplapollas…

miércoles, 30 de marzo de 2011

Mastodontes de madera

Hoy he roto dos vasos y tres platos. Estoy nervioso. Como si de un relámpago se tratase, he destruido todo lo que había a mi paso. Las paredes, los cuadros y hasta las cortinas que cuelgan las he reventado. Estoy nervioso. He salido a la calle. Con el primer coche que me he cruzado me he puesto a discutir. Como no había nadie dentro de el, le he metido una patada al retrovisor. Estoy nervioso. Alguien me ha gritado y me ha dicho que lo que hacía no estaba bien. He ido hacia el y esto es lo que le he hecho: le he metido un mojicón en todo el pómulo. Se ha caído al suelo y una vez allí, lo he cogido por las piernas y lo he llevado en carretilla hasta la otra punta de la calle. Estoy nervioso. He quemado diez contenedores, y apaleado a nueve maltratadores que me he encontrado. Estoy nervioso. Como no sabía que hacer, como si el diablo se hubiera metido en mí, he entrado a un estanco y he comprado diez cajetillas de cigarrillos. Me he fumado nueve y el último me lo he comido. Estoy nervioso. Y es que, con este sol me pongo así de excitante. No lo puedo evitar. Me hierve la sangre por dentro. Me irrito, me altero, me pongo tan frenético que no hay quien me pare.
Así veo yo a muchos por el mundo… No es lo que son, pero lo aparentan… Diablos indefensos que maman de esta tierra. Piratas que navegan con banderas negras y perlas de hojalata. Esos crueles mastodontes que reinan en el reino de lo impuro. Los que hacen y deshacen como despiadados bucaneros. Allá donde reina el camino, el tránsito, el ahogamiento y la muerte. Ese lugar donde todos buscan la riqueza utópica de todos los tiempos. Que todos clamen sus nombres y se arrodillen ante ellos. Porque los sanguinarios siguen estando entre nosotros y nos dejan sin aliento. Esos bárbaros farsantes… Si yo fuera Dios…

lunes, 28 de marzo de 2011

Por veredas y matorrales

Los lunes deberían ser días para estar fuerte. Después de dar el domingo por descanso, los lunes deberíamos tener las pilas cargadas. Hoy no estoy descansado. La culpa es del sábado, no del domingo. Me levanté, el sábado, con prisas para comprar el periódico. Venía en el una noticia muy importante. Tras un pago bien pagado y una lectura que no me convenció, decidí andar. Como no entendía nada de lo que decían los artículos hice una cosa, le di la vuelta al periódico. Al ver que tampoco entendía nada, cogí el bolígrafo que llevo siempre conmigo y empecé a escribir. Pero tampoco entendía lo que escribía, porque encima de lo escrito no se puede escribir. Así que entre palmeras, caminos de piedra y palacios en medio de matorrales, me senté a descansar. Sorpresa la mía cuando llegué al final del periódico. Venía el protocolario artículo de Juan José Millás y lo leí. Siempre hay algo bueno en los periódicos, aunque sea al final. Me levanté y seguí el camino. Andando pisé alguna que otra hormiga sin querer. Cada vez entiendo más a los grandes, y mucho más a los pequeños. Pasé por muchas veredas pero por ninguna me embarqué. Pase por la de “los Antolino”, “los Gracia”, “los Cabrera” y “los raudales”. Como cambia la fisonomía de cualquier lugar del mundo… pensé yo. Por estas tierras, que antes eran polvo, ahora hay farolas, bitumen y menos palmeras. Pero la sensación es buena. Es tan buena como mágica. Y es tan mágica como cierta. Pues por estos caminos respiro aire limpio. Como si yo conociese el aire limpio... En ese momento, una de las hormigas que había pisado anteriormente se paró delante de mí. Como si de la voz de un humano se tratase, me dijo:

- Aire limpio no es aquel que respiras ni hueles por la mañana. Tampoco aquel que respiras en medio de los bosques, ni que ves donde hay plantas. Pues, aire sucio es ese que tocas y palpas, ese que arrasa. El aire que conoces es ese, el sucio.

Salí huyendo y corrí todo lo que pude.

viernes, 25 de marzo de 2011

Mi querido administrador

Hoy estoy más arto que ayer. Mi paciencia se ha agotado. No puedo coger un periódico o encender la televisión y que siempre salga lo mismo. ¿Cómo puede haber gente muriéndose de hambre? Si repartiendo equitativamente toda la riqueza del mundo a partes iguales, sólo haría falta que trabajáramos 3:30 horas cada uno. Viviríamos más felices. Pero claro, se me escapan detalles. Como si de agua de lluvia estuviera hablando, entre las manos se me resbalan factores e intereses que no comparto. Por eso he decidido embarcarme en un viaje imaginario. Si yo tuviera ese maldito poder traicionero y repugnante… si dispusiera de tanto, cuanto que haría…
Me despierto y me encuentro en un palacio. Rodeado de concubinas y vestido con sábanas transparentes. La cama es enorme y en ella caben al menos 10 personas. Sé que es un sueño, pero tengo que aprovecharlo. Llamo a mi criado y le digo que me traiga al administrador.
- Querido administrador, he tenido una visión. Necesito que me ayudes a realizar un trabajo difícil. ¿Cuánto dinero tenemos en estos momentos?
El administrador, cogió un libro enorme y lo abrió.
- Ahora mismo, tendríamos para comprar más de medio mundo mi señor, dijo el administrador.
En ese momento, le propongo a mi administrador lo siguiente:
Has de coger todo el dinero que tenemos y dividirlo en partes iguales, para repartirlo entre los sitios que te voy a ir diciendo. En Haití destinarás una parte, también en Nicaragua y Guyana. Después haces un viaje relámpago hacia África y repartes más dinero entre Zimbabue, República democrática del Congo y Liberia. De África coges un tren, que sale más barato que en avión, y te vas a Asia, allí repartes entre Afganistán, Franja de Gaza y Cisjordania. Una vez hecho eso, vuelves a Europa para entregar varios paquetes más, en Kosovo, Moldavia y Montenegro. No te desesperes, que estarás terminando. Haces un último desplazamiento a Oceanía y allí racionas entre Tokelau, Tuvalu y las Islas Salomón.
Cuando he terminado de decirle todo esto a mi administrador, este con cara de extrañado me dice:
- Pero señor, si repartimos todo ese dinero nosotros no tendremos nada. Sólo nos quedarán las parcelas arrendadas, los animales, el palacio y una estatua de oro.
- No te preocupes, has de repartirlo todo también. Solamente tenemos que quedarnos con nuestra vida.
En ese momento, me encuentro en una cafetería. Qué alboroto, la gente corre muy deprisa, no se para a escuchar, a oler, a sentir… En una de las mesas de la cafetería hay un periódico, empiezo a leerlo y en una esquinita pone:
“Países de todo el mundo asombrados. Un rico-loco en paradero desconocido dona miles y miles de millones a los países más pobres del mundo”
En ese momento pienso, imposible. ¿Quién haría algo así?

jueves, 24 de marzo de 2011

Dudas dudosas

Me encontraba en una mesa redonda con mucha comida por en medio. Bocadillos varios, agua y refrescos, vinos, bollería salada y algún que otro picoteo más. Al lado mío tenía una señora de unos setenta años de edad. La señora, por circunstancias de haber tenido una vida laboriosa, tenía dolores en la espalda. Eso conllevaba el no poder estar de pie pasado un cierto tiempo. Aquella velada iba para un buen rato.
Tocaba hacerlo y lo hice. No se si por educación, o por generosidad. Me dispuse a pedirle la silla a una señora que había en la mesa de al lado. Tenía unos 45 años de edad, medía metro sesenta y cinco y su rostro parecía agradable. Llevaba un vestido color verde pistacho, unos zapatos marrones con tacones, dos sortijas de oro, una pulsera grabada y un collar de bolas verde oscuro.
Con cortesía y adoptando un papel de actor le dije:

- Señora, ¿puede pasarme si es tan amable, la silla donde tiene colgados su bolso y la chaqueta?

En ese momento su cara cambió por completo. Como si de un extraño se tratara la señora se quedó perpleja. No soy ningún extraño, soy una persona de carne y hueso. Como tú y como todos los que habitamos este planeta. No se porqué me miró de esa forma. El caso es que me contestó:

- Pero, ¿para quién es la silla?

Vamos a ver. Como que para quien es la silla. Pero si tenía el asiento con un bolso y una chaqueta. Es decir, la señora no estaba sentada en ella. Que más le daba. Total que le dije:
- Es para una señora que no puede estar de pie mucho tiempo.

Quitó el bolso y la chaqueta de la silla, y me la dio. En ese momento pensé en todo lo que estaba pasando actualmente. En el tsunami, en las revueltas de Libia, en las centrales nucleares, en la crisis… Me dije a mí mismo: si una señora ha dudado en darme una silla, que utilizaba “como artículo de lujo”, que pasaría si por un momento todos dudáramos de todos…

miércoles, 23 de marzo de 2011

Pimientos picantes

Cocinar es algo que me fascina. Aunque me gusta mucho más ser comensal. A otros, sin embargo, les gusta cocinar y lo hacen de maravilla. Se ponen ese gorro blanco e impoluto. Ponen el paño con estampados de flores. Y se ponen manos a la obra. Es un oficio grato y muy reconfortante, o al menos lo tiene que ser, no lo se. Algunos de esos que cocinan, son tan genios que mientras le dan la vuelta a la tortilla te cuentan un chiste, recitan un poema o cantan. ¡El mundo está lleno de genios! ¿Que lleguen al estatus blindado? muy pocos, ¿Qué viajen en ayudas humanitarias a países remotos? Pocos también, pero mejores. Y así, entre refritos y cebolleta con pimiento, llegamos al meollo del asunto. Resulta que, en una de esas veces que le da la vuelta a la tortilla, dice lo siguiente:

- Los malos son los que mandan.

Una frase que hay que analizar detenidamente. Los malos son los que mandan, ¿Qué malos? ¿Qué mandan?

Mandar significa “ordenar el que tiene autoridad la ejecución de algo”. Digamos que si mi profesor me manda un trabajo, el es malo. O si hago la compra, por autoridad de mi abuela, ella es la mala. En fin, podríamos estar así indefinidamente. Amigo mío, los que mandan son muchos… ¿Quién tiene la culpa? Zapatero, Ángela Merkel, Sarkozy, Gadafi, el tsunami, la religión, el alcalde pedáneo de cualquier barrio diminuto, los que murieron y mandaban, los que mandan pero van a morir, los que asfixian pero no ahogan, los que ahogan pero no matan, los banqueros, los fusiles pistoleros, los maltratadores, los dictadores puñeteros…

En una frase tan corta has englobado tanto, querido cocinero, que casi me olvido de que los malos son los que matan por dinero.

martes, 22 de marzo de 2011

Mi media naranja

En un intento por buscar mi media naranja, surqué mares y escalé las montañas más rocosas para poder encontrarte. Desde Brasil hasta Italia, desde Egipto hasta China… Todos los países que visité me decían lo mismo, las medias naranjas no se buscan. Las encuentras por el camino, tiradas, desoladas, esperando a que alguien les diga algo. Hice un intento por esperar mi mejor momento. Pensé en cómo era yo. De tal forma que mi otra media naranja sea igual a mí. La que me gusta. La que me da vida por las mañanas y me mima por las noches. Tendría que ser una media naranja muy peculiar. De tanto buscar estaba cansado, así que decidí explorar un territorio que no había pisado aún.
Como un iluso sin ilusión, me levanté de la cama, cogí todo lo necesario y puse rumbo hacia la estación de tren. Una vez en el, pensé en darme la vuelta, pero ahora ya estaba decidido. Pensaba ir a Valencia. Una vez allí, monté en un taxi y me dirigí al pueblo de Alberique. Era el último sitio donde podía buscar mi media naranja. Al parecer, es un pueblo pequeño de no más de 10.000 habitantes. Su tranquilidad, y su fisonomía es de un pueblo de época. De aquellos que no hablaban por miedo a los fusiles “naranjeros”. Paseando por el pueblo encuentro una iglesia. Se trata de la iglesia de San Lorenzo Mártir. Entro y pregunto por las medias naranjas que hay en el pueblo a un cura. Muy educadamente, me dijo el clérigo:

- Usted siga todo recto. La primera calle a la izquierda. Verá al fondo una sucursal que hace esquina. Enfrente hay un camino que te lleva a las afueras del pueblo. Al salir lleve cuidado con la carretera. Cruzas, y ahí están todas las medias naranjas.
- Gracias padre.

Le hice caso y efectivamente allí estaban. Sus curvas eran despampanantes. Nunca antes había visto una piel tan dulce y tan lisa. Cogí una de ellas. La partí por la mitad. Y como si de un flechazo me hubiera tocado cupido, supe que esa era mi media naranja.

jueves, 17 de marzo de 2011

Re sostenido menor

Acabo de inyectarme un poco de ti. Tienes un color muy dulce. Te necesitaba con locura. Por eso he decidido mimarte todo este tiempo. Aunque te haya dejado en un rincón, siempre serás mi compañera. Mi alma viajera. Con las cosas que me has enseñado no podía acostarme esta noche sin escribirte. ¿Te acuerdas cuando despedazábamos aquella partitura loca? ¡Qué tiempos aquellos! Ahora mismo tengo ganas de cogerte y pasar mis manos, suaves, por tu aro. Que mis uñas rocen tu rosetón y tu puente. Hacerte cosquillas a la madrugada por tu oído. Saber que en tu caja siempre estará mi corazón es algo que me enloquece. ¿Cuántos no te cuidan como yo? ¿Cuántos no desearían besarte y amordazarte? Se que tu siempre estarás ahí para darme lo mejor que tengas. Una vez me dijiste que lo desafinado siempre era mejor que lo afinado, porque era diferente. Así queremos ser tú y yo, diferentes. Yo tan alterado y tú tan inmóvil, tan vivo y tú tan simple, tan desesperado y tú tan tranquila… mi guitarra.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Miércoles sin santos

Si antes de nadar decido volar, que sea alto muy alto. Quiero rozar las estrellas por la noche. Tomar café junto a las nubes. Y tocar la cola de una paloma mensajera.Volar alto muy alto. Me sentiría libre como el viento. Ese que te roza la piel y te hace sentir un escalofrío por dentro. Sin gasolineras, ni vehículos mañaneros, no abrían atascos ni desatascos nocturnos. Volar alto muy alto. Sin ropa, con calcetines blancos y guantes azul celeste. Porque volar es más íntimo que nadar. En el mar todo es agobio. Hay muchos tropiezos, atascos y conflictos. El ambiente está contaminado. No quiero nadar. Mientras das unas brazadas, se te cruzan bolsas de basuras errantes y desvalidas. Esas que han sido olvidadas. Latas de moluscos, sin moluscos; pieles de frutas, sin vitaminas; cáscaras de frutos, sin alimento. No quiero nadar.

martes, 15 de marzo de 2011

Bailando bajo la lluvia

Las nubes siempre han derrochado. El tiempo es algo impredecible y sin sentido que nos quiere y nos mima. Tanto es así, que las nubes quieren demostrarnos su cariño. Nos aguantan y, aún así, nos cuidan. Las maltratamos y nos dan prosperidad y salud. Las destrozamos y nos refrescan. Sin embargo, hay otro tipo de nubes. Más bien yo los llamaría nubarrones. Esos que te hacen retroceder un paso. Los que por más que lo intentes, te cortan la garganta con sus garras mortíferas. Mientras te encuentras desvalido y en el suelo, te pisan y te machacan. Si no fuera por el sol que nos ayuda, de vez en cuando, estaríamos en alguna torre colgados de una soga. La piedad no existe en el mundo de los mortales. Como pájaros de barro, nosotros hacemos y deshacemos. Menos mal que siempre tenemos a las nubes. Cojo mi “bolsa”, salgo a la calle y bailo como un tonto enamorado y enfermizo. Cantando aquella canción tan famosa “singin in the rain”, creo que soy Gene Kelly, estoy feliz.