martes, 15 de marzo de 2011

Bailando bajo la lluvia

Las nubes siempre han derrochado. El tiempo es algo impredecible y sin sentido que nos quiere y nos mima. Tanto es así, que las nubes quieren demostrarnos su cariño. Nos aguantan y, aún así, nos cuidan. Las maltratamos y nos dan prosperidad y salud. Las destrozamos y nos refrescan. Sin embargo, hay otro tipo de nubes. Más bien yo los llamaría nubarrones. Esos que te hacen retroceder un paso. Los que por más que lo intentes, te cortan la garganta con sus garras mortíferas. Mientras te encuentras desvalido y en el suelo, te pisan y te machacan. Si no fuera por el sol que nos ayuda, de vez en cuando, estaríamos en alguna torre colgados de una soga. La piedad no existe en el mundo de los mortales. Como pájaros de barro, nosotros hacemos y deshacemos. Menos mal que siempre tenemos a las nubes. Cojo mi “bolsa”, salgo a la calle y bailo como un tonto enamorado y enfermizo. Cantando aquella canción tan famosa “singin in the rain”, creo que soy Gene Kelly, estoy feliz.

1 comentario: