¿Negociaciones indirectas?

¿Qué paso, y cómo lo van a solucionar? Preguntas que tienen en sus entrañas un sabor amargo después de todos los años transcurridos. Palestina e Israel, dos mundos diferentes, dos religiones opuestas y dos maneras muy distintas de sentir lo que muchos denominan “fe”. Leía esta mañana que empezaban unas negociaciones “indirectas” entre palestinos e israelíes con un mediador, el senador George Mitchell. Antes de entrar en el tema en cuestión, quiero aclarar en que situación nos encontramos. Los israelíes someten al pueblo palestino a un sin vivir día a día. Lo mismo que hizo Hitler en el holocausto, pero con un poco más de discreción. Los muertos palestinos son incalculables, mientras que los demás países hacen oídos sordos y hacen lo que en mi pueblo dirían “que se las entiendan”.
Cuándo Obama entró a la Casa Blanca, muchos decían que era el libertador, aquel negrito parecido a Ghandi o a Martin Luther king. Pues no tiene éste trabajo en la finca.
Según el periódico “Público, Obama mantiene unas tensas relaciones con el ministro israelí. ¿Qué relaciones? Si cada dos por tres hay muertos palestinos y no se ve mejora por ningún sitio, ¿dónde está el poder de EE.UU. en conflicto de esta magnitud?
Que estamos en el siglo XXI y esto huele a chamusquina, no hay líderes que transmitan optimismo, no hay credibilidad en que se vaya a solucionar nada.
Ni hubo negociaciones, ni hay negociaciones. No porque israelíes y palestinos no quieran, personas de la calle me refiero, no hay porque los líderes no quieren. Interesa que esto vaya fluyendo en un conglomerado de idas y venidas. El tráfico de armas, la corrupción, intereses internos…
Si le preguntáramos a un palestino o a un israelí ¿quieres que el conflicto termine? o mejor dicho, ¿sabes en que situación nos encontramos? Seguramente no sabría contestar, no sabría decir ni porque, ni como, ni nada de nada. Mientras la paz sea una palabra que no identifique al ser humano, no habrá identidad humana.