Qué difícil es parar el mundo y coger de cada rincón del mundo y de cada persona lo mejor de ella. Porque al fin y al cabo los seres humanos no somos perfectos. Hay quién se cree que sí, pero egocéntricos también los hay. Digamos que las personas tenemos dos estructuras, una interna y otra externa. La externa es la más fácil. Tiene que ver con nuestro cuerpo, hay personas que se cuidan y otras que no, pero todos nos preocupamos un poco por nuestro cuerpo exterior. La belleza es algo que nos puede hasta volver locos, con el paso del tiempo nos volvemos más exquisitos, queremos tener un tipo más cuidado, hacer que nos vean de otra forma. Hacemos deporte para mantener la línea, controlamos la comida, los excesos, etcétera. Nos preocupamos demasiado por hacer que nos vean bien, que no lo crítico, sólo estoy haciendo una reflexión no detallada de lo que solemos hacer.
Y luego está la parte interna, esta es la complicada. Normalmente la gente no cuida su parte interna, porque pasan tanto tiempo preocupados en la externa que la interna se les olvida. La parte interna tiene un poco que ver con la forma de ser, la personalidad, la inteligencia, digamos que todo lo que una persona trabaja durante toda su vida para llegar al punto más difícil de esta, que es la felicidad. Esa excelencia oculta en algún rincón de nosotros, que buscamos constantemente pero que sólo podemos acariciar en pocos momentos de la vida. Por eso, como estamos tan preocupados por la parte externa, la parte interna se queda vacía, no hay felicidad, nos agobiamos, lloramos y no encontramos felicidad alguna, porque no nos preocupamos de trabajarnos la parte interna. Hace falta dedicarle más tiempo, aunque ese tiempo sea toda una vida. Los soñadores, solitarios, raros, bohemios, estamos tan acostumbrados a cuidar nuestra parte interna, la trabajamos tanto, que hasta nos queda tiempo para cuidar la externa, merece la pena.
martes, 5 de julio de 2011
miércoles, 1 de junio de 2011
LA DIMISIÓN POLÍTICA
La política es algo pasajero, efímero, como ese tren que sólo pasa una vez en la vida, y al cuál no has podido agarrarte del todo. Por eso es tan rápida la política. Si quieres permanecer en ella has de hacer las funciones muy bien. Rodearte de personas muy competentes, y sobre todo, ser amigo/a de todos/as y de ninguno/a a la vez. Es decir, sin sobre pasar los límites, pero sin dejar de estar alerta. En esa cuerda invisible que ha de mantenerse todo buen político. Pero si se descuidan, caen al precipicio, como así lo hace cualquier pirata para salvar su vida. Y si el político salta, y sobrevive, le aconsejo que nade muy lejos de ese mundo político que le ha rodeado, y si puede ser, vaya hacia alguna cabaña perdida en lo alto de alguna montaña. Como he dicho antes, la política es para sufridores que les gusta estar en la cuerda floja, pero por lo visto no es fácil. Lo malo que hay en el fondo de este árbol de la política, es que los que están a bajo son los más sufridores. Por eso lo tienen que hacer muy bien. Los que dirigen cualquier pueblo, en este caso los concejales, son la tropa. Después tenemos unos oficiales que son el alcalde o alcaldesa. Ascendiendo, tendríamos a los jefes, que serían el presidente provincial y el presidente de una comunidad autónoma. En penúltimo lugar estarían los presidentes de un país, que serían los generales. Y por último, el jefe supremo de todos, que en el ejército sería el rey, pero en política nadie lo sabe. Bueno, se dice que hay un conjunto de personas que son los que mueven los hilos, pues esos invisibles son los supremos. De entre todos, los menos beneficiados son los oficiales y sus correspondientes tropas. Los otros rangos, se mueven, van de allá para acá, situándose cada vez en un sitio, sigilosamente, pero siempre están ahí. Los soldados rasos suelen morir...políticamente. Tarde o temprano terminan su exitosa o fúnebre carrera. También puede pasarles a los generales, como le ha pasado al de la ceja. Pero no nos equivoquemos, el vitalicio está ahí, sin embargo, al alcalde/a lo único que le queda de vitalicio es que ponga en alguna plaza “esto se construyo siendo alcalde/a..............”
martes, 31 de mayo de 2011
Mi mundo
Que estupendo sería escapar de este humo negro que nos rodea. Esta maraña infernal que no nos deja respirar, y nos mata poco a poco. La vida no es para los débiles. Luchar, luchar, y si te queda algo de fuerza, seguir luchando. Por eso, últimamente no creo en los milagros. Y como estoy empezando a derribar mi mundo, ya he hecho las maletas. Mi guarida secreta ya está lista, con sus estanterías llenas de libros sobre literatura, mi caja de música, y mi flexo. Escapar de este lugar, la vida normal, la que nos agobia y nos inunda, es algo que se consigue a base de esperar y esperar. Por fin ha llegado mi momento. Ahora sólo sueño con una única cosa, entrar en ese mundo y no salir de el jamás. Porque ahí donde escapo cada vez que tengo ocasión, se vive muy bien. Cada día que pasa tengo más gana de perderme sólo, sin el bullicio de la gente….apartado.
lunes, 30 de mayo de 2011
Mi música
Me he perdido y creo que no se donde estoy. Quitando esta, mi ignorancia, que no sabe de este mundo, más que lo que siento, huelo, oigo, y puedo palpar. También puedo ver, y este mundo de imágenes me da, a menudo, dolor de cabeza. Cuántas fotos…
Ya no se valorar una de ellas. En mi caja mágica, he guardado una que sin duda es a la que más cariño le tengo. Una de esas que no se olvidan. Ni tan si quiera la saco para verla, no la quiero desgastar. Porque las fotos también se desgastan con el tiempo. Con tanta tecnología, y tanto sin sentido, las fotos han perdido todo su valor. Toda la fuerza que pueden transmitir. No hay ni magia, ni nada que pueda hacerme sentir libre. Sin embargo, esta foto es lo único que me queda. Me da alas, y me deja como un ave solitaria, que vuela sobre un mar de dudas y de preguntas. ¿Cuántos sentidos me van a quedar para sentir de verdad? Primero las imágenes con las máquinas tontas; también nos contaminan con lo que tenemos o no tenemos que comer, ahora todo es malo; ya ni el tacto siento al tocar las teclas que ahora palpo; y oler solo huelo a hierva mojada, y aquí llover, llueve poco. No me queda nada, sólo una foto. Hoy la he sacado. La he puesto delante de mí, y ha perdido sentido y valor. Ya nada es lo que era antes. Como dijo Miguel Hernández, el tiempo se ha puesto amarillo en mi foto…
Por eso, he intentado recuperar el único sentido que podía. He intentado estar muy concentrado. He cogido la foto y la he puesto delante de mí, apoyada en los libros. Después he subido un poco el volumen, y ha comenzado el espectáculo. Siento como puedes sentirlo, y no dejar de ser la única compañera que me queda en este mundo. La que atraviesa todas las barreras, y despierta todo rincón, todo manantial de tristeza. La que me ayuda a ser más libre, la que comprende, y hasta en los momentos más difíciles, es la compañera de alguien. La que ha dado vida a mi foto, esa que tenia por perdida. Y es que el tiempo sólo pasa para los que no saben soñar, y cuando lo hago contigo, me siento feliz.
Ya no se valorar una de ellas. En mi caja mágica, he guardado una que sin duda es a la que más cariño le tengo. Una de esas que no se olvidan. Ni tan si quiera la saco para verla, no la quiero desgastar. Porque las fotos también se desgastan con el tiempo. Con tanta tecnología, y tanto sin sentido, las fotos han perdido todo su valor. Toda la fuerza que pueden transmitir. No hay ni magia, ni nada que pueda hacerme sentir libre. Sin embargo, esta foto es lo único que me queda. Me da alas, y me deja como un ave solitaria, que vuela sobre un mar de dudas y de preguntas. ¿Cuántos sentidos me van a quedar para sentir de verdad? Primero las imágenes con las máquinas tontas; también nos contaminan con lo que tenemos o no tenemos que comer, ahora todo es malo; ya ni el tacto siento al tocar las teclas que ahora palpo; y oler solo huelo a hierva mojada, y aquí llover, llueve poco. No me queda nada, sólo una foto. Hoy la he sacado. La he puesto delante de mí, y ha perdido sentido y valor. Ya nada es lo que era antes. Como dijo Miguel Hernández, el tiempo se ha puesto amarillo en mi foto…
Por eso, he intentado recuperar el único sentido que podía. He intentado estar muy concentrado. He cogido la foto y la he puesto delante de mí, apoyada en los libros. Después he subido un poco el volumen, y ha comenzado el espectáculo. Siento como puedes sentirlo, y no dejar de ser la única compañera que me queda en este mundo. La que atraviesa todas las barreras, y despierta todo rincón, todo manantial de tristeza. La que me ayuda a ser más libre, la que comprende, y hasta en los momentos más difíciles, es la compañera de alguien. La que ha dado vida a mi foto, esa que tenia por perdida. Y es que el tiempo sólo pasa para los que no saben soñar, y cuando lo hago contigo, me siento feliz.
sábado, 28 de mayo de 2011
Comparan al del bigote con...
A veces pienso, que lo hacen para llamar la atención. Pero otras, creo que lo hacen por ignorancia. Como todos los días, leo la prensa por Internet. Y como todas las mañanas, el periódico que leo es público. Para mi asombro, venía una declaración de un ex presidente del Real Madrid, Ramón Calderón. Yo no se si es ignorante o no, pero comparar a Mourinho con Hitler es de ser un “Omo Sappiens” arrogante y sin cordura alguna. Según este, “Mourinho se pega con todos y se atreve a decir todo lo que los demás no, pero eso no es el Real Madrid. Hay que recordar que Hitler fue aclamado por muchas personas, pero el golpe después es peor”
Años atrás, hemos visto como el ex presidente Colombiano Uribe, también comparaba a Chávez con Hitler. Diciendo que “era una amenaza para los países latinoamericanos tal y como lo fue en su momento el dictador Adolfo Hitler para Europa”.
También hemos visto como el Movimiento de los jóvenes Socialistas (MJS) en Francia, manipulaban fotos para comparar a Nicolás Sarkozy con Adolf Hitler.
Pues bien, para empezar ni Ramón Calderón que nació en 1951, ni Uribe que nació en 1952, ni los jóvenes socialistas, conocieron al suicida con bigote. Por lo tanto, no se puede comparar algo que no se conoce. Puedes haber leído sobre ello, documentarte sobre su vida y sus motivaciones, pero no puedes comparar algo que no ves, tocas, o puedes palpar. Y fíjense lo que digo.
Después, me parece una falta de respeto, que gente como Calderón haga estas declaraciones. No es ex presidente, pues como diría Chiquito de la Calzada, hasta luego Lucas. Las comparaciones son odiosas. Hay que tener mucho cuidado cuando se compara una persona con otra.
No estoy en contra de esta gente que dice lo que piensa. Estoy en contra de cómo lo dice, cuando lo dice, y porqué lo dice. Y tampoco entiendo, porque han de comparar al del bigote con otras personas… y es que hablar cuesta tan poco, que a veces nos olvidamos de utilizar los argumentos precisos, y acabamos por comparar, como siempre se ha hecho, a Bin Laden con el Ché Guevara.
Años atrás, hemos visto como el ex presidente Colombiano Uribe, también comparaba a Chávez con Hitler. Diciendo que “era una amenaza para los países latinoamericanos tal y como lo fue en su momento el dictador Adolfo Hitler para Europa”.
También hemos visto como el Movimiento de los jóvenes Socialistas (MJS) en Francia, manipulaban fotos para comparar a Nicolás Sarkozy con Adolf Hitler.
Pues bien, para empezar ni Ramón Calderón que nació en 1951, ni Uribe que nació en 1952, ni los jóvenes socialistas, conocieron al suicida con bigote. Por lo tanto, no se puede comparar algo que no se conoce. Puedes haber leído sobre ello, documentarte sobre su vida y sus motivaciones, pero no puedes comparar algo que no ves, tocas, o puedes palpar. Y fíjense lo que digo.
Después, me parece una falta de respeto, que gente como Calderón haga estas declaraciones. No es ex presidente, pues como diría Chiquito de la Calzada, hasta luego Lucas. Las comparaciones son odiosas. Hay que tener mucho cuidado cuando se compara una persona con otra.
No estoy en contra de esta gente que dice lo que piensa. Estoy en contra de cómo lo dice, cuando lo dice, y porqué lo dice. Y tampoco entiendo, porque han de comparar al del bigote con otras personas… y es que hablar cuesta tan poco, que a veces nos olvidamos de utilizar los argumentos precisos, y acabamos por comparar, como siempre se ha hecho, a Bin Laden con el Ché Guevara.
jueves, 26 de mayo de 2011
Las palabras, twitter y facebook
Me encanta el calor del verano, las playas desiertas, y la arena limpia…dulce. Pero hay días de calor en los que me gustaría desaparecer. Tele-transportarme a la película “bailando bajo la lluvia” y empaparme hasta los tobillos. Bailar, saltar, reír y cantar como un pájaro que busca la tranquilidad y la calma. Para eso aún queda mucho, y este no es el tema.
Como me irritan los comentarios vía Facebook y twitter. Sobre todo, los que se pasan de la línea que separa, la cordura de la demencia. El caso es opinar y escribir argumentos sin sentido que, a la postre, no contienen fundamento ninguno. Después de unas semanas tan intensas, de elecciones, quince-emes, y programas que se esfuman de las pantallas, las nuevas tecnologías nos hacen guiños para que, con todo el lujo que ello conlleva, las utilicemos y soltemos en ellas toda una batería de tonterías y estupideces.
A las que yo (el que siempre está loco) me incluyo. Pero este loco, escribe con cuidado. Intentando siempre utilizar palabras que no puedan dañar. Con todo el respeto que estas tecnologías (personas) se merecen. Cada persona puede escribir como quiera, eso es cierto, pero vamos a intentarlo. Tenemos que conseguir que esto no nos perjudique. Porque al final estaremos tirando por la borda, nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra manera de ser, y hasta nuestra manera de pensar…
Hay comentarios, en los que no se si las personas que los escriben piensan de una forma o de otra. Pero no es por otra cosa…es porque escriben con desgana. Y repito, cada cual puede escribir como quiera. Pero si estás argumentando sobre un tema en concreto, o quieres criticar algunas acciones, artículos, o comentarios, tendrás que escribir bien. Es que no os van a leer si lo hacéis mal. Si yo escribo un comentario criticando, por ejemplo, la acción de algún político, y el verbo hacer lo escribo sin h, mi credibilidad se pierde. Pongamos por caso, que fuera un error. No pasa nada. Pero si todos los comentarios tienen algún error… como dirían en mi pueblo, apaga y vámonos. Es algo fundamental. Es como si las ideas estuvieran dentro de un saco con agujeros. Las palabras son fundamentales, y hay que aprender a utilizarlas. Yo aún estoy en ello…
Como me irritan los comentarios vía Facebook y twitter. Sobre todo, los que se pasan de la línea que separa, la cordura de la demencia. El caso es opinar y escribir argumentos sin sentido que, a la postre, no contienen fundamento ninguno. Después de unas semanas tan intensas, de elecciones, quince-emes, y programas que se esfuman de las pantallas, las nuevas tecnologías nos hacen guiños para que, con todo el lujo que ello conlleva, las utilicemos y soltemos en ellas toda una batería de tonterías y estupideces.
A las que yo (el que siempre está loco) me incluyo. Pero este loco, escribe con cuidado. Intentando siempre utilizar palabras que no puedan dañar. Con todo el respeto que estas tecnologías (personas) se merecen. Cada persona puede escribir como quiera, eso es cierto, pero vamos a intentarlo. Tenemos que conseguir que esto no nos perjudique. Porque al final estaremos tirando por la borda, nuestra lengua, nuestra cultura, nuestra manera de ser, y hasta nuestra manera de pensar…
Hay comentarios, en los que no se si las personas que los escriben piensan de una forma o de otra. Pero no es por otra cosa…es porque escriben con desgana. Y repito, cada cual puede escribir como quiera. Pero si estás argumentando sobre un tema en concreto, o quieres criticar algunas acciones, artículos, o comentarios, tendrás que escribir bien. Es que no os van a leer si lo hacéis mal. Si yo escribo un comentario criticando, por ejemplo, la acción de algún político, y el verbo hacer lo escribo sin h, mi credibilidad se pierde. Pongamos por caso, que fuera un error. No pasa nada. Pero si todos los comentarios tienen algún error… como dirían en mi pueblo, apaga y vámonos. Es algo fundamental. Es como si las ideas estuvieran dentro de un saco con agujeros. Las palabras son fundamentales, y hay que aprender a utilizarlas. Yo aún estoy en ello…
martes, 24 de mayo de 2011
Volar libre
Como me gustan las críticas. Viciosas y exasperantes, como un bullicio de personas que quieren cambiar el mundo. Es decir, que la noche sea el día, que la tarde sea el amanecer, y que la madrugada no sea nada. Un cambio radical, de esos que no duelen pero hieren, como una punzada en el costado. Me encantan los cambios con sentido. También los sin sentidos, pero en esos me mareo. Los que no tenemos voz, sólo podemos hacer lo que hacemos, escribir en blogs, leer blogs, Internet, algún libro sobre economía o política, aunque estos sean los que menos, y después charlar con los amigos. No se si a los hombres barbudos, les interesará lo que pensemos o no. Lo que está claro es que el mundo, con el paso de los años se transforma, adquiere formas nuevas, se moldea, algunos países quiebran, otros siempre están quebrados, otros se amotinan, algunos van en zapatillas, y otros descalzos. El caso es vivir. Como cada uno quiera, pero vivir. Hay quien lo hace mejor, y otros peor. Yo estoy pensando en vivir como el profesor Ramón. Quién pudiera ser gaviota y volar como un libre-pensador, siempre a contracorriente y sin rumbo fijo. Pero en esta vida es difícil escapar de esto que nos rodea, nos ponen nerviosos, y nos meten miedo. Es duro vivir para sobrevivir, porque el mundo te mata si no tienes chaleco antibalas. A pesar de todo, he encontrado una guarida secreta. Mi rincón sagrado. Pienso llevarme a mi compañero Flexo, y algún libro de estos que no les gusta a nadie, pero que a mi me encantan. Y después, ya veremos lo que pasa. A fin de cuentas, si me quedo aquí sentado, viendo como cambia el mundo, en vez de vivir…muero.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)