María estaba sentada en su sillita de madera y ansiosa por tener ese cruce de miradas que tenía todos los años. Tras el cristal, se paró en seco aquella figura con lágrimas en los ojos que intercambió con María un cruce de miradas, pero más triste de lo normal.
María, reventó a llorar y pedía a Dios por su familia y por todos aquellos que habían sido algo para ella durante su vida. Mientras rezaba desde la ventana, entró el capataz a su habitación y dejó sobre sus manos un ramo de flores blancas. Fueron tan solo cinco minutos y sonó el golpe que anunciaba el futuro de María, porque después de aquel encuentro jamás volvería a ver pasar por aquella ventana a su compañera, tan solo en los cielos.
viernes, 30 de abril de 2010
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wow ese es uno de los microrrelatos?? de que palabra????? por cierto, soy virginia :)
ResponderEliminarjejeje futuro
ResponderEliminarostras Jico!! está super chulo, creo que yo no estaré a la altura de tanto nivel!
ResponderEliminarx cierto, yo soy Jessy (aunque creo que con Jess se me reconoce de sobra...) XD